Pasé las dos primeras semanas, descubriendo mercados, galerías de arte, adentrándome en la Universidad, en la escuela oficial de idiomas... la pedagogía cubana está bien desarrollada y estudiar cualquier cosa es increiblemente barato... sobre todo con respecto al resto de las cosas. Los cubanos son super cultos. Es impresionante, fuera y dentro de las instituciones. Los que trabajan en los museos se los conocen al dedillo, los que trabajan en bibliotecas conocen todo el material, los maestros son expertos... es un verdadero placer mantener cualquier tipo de conversacón con ellos... y si es sobre su materia entonces es fascinante. En esos ámbitos también escapa una de la oleada de piropos; que está mejor que bien. La comida y la educación son de las pocas cosas razonables. Se pagan en moneda nacional; el peso cubano. Lo curioso de los mercados es que obviamente, no más tienen las cosas de la época... algo a lo que estamos poco acostumbrados. Llegamos en temporada de aguacates,

piñas... y cuando nos íbamos comenzaban las lechugas, los tomates y pimientos. Fruta bomba (papaya) , guayabas y plátanos hay casi todo el año. Los mercados son un lugar ideal para platicar sobre cualquier cosa... y todos más que dispuestos a explicarte cómo se hacen los frijoles a la cubana o lo que desees saber sobre su cultura y tradiciones. A parte de esas cosas, el resto se viene a comprar el dólares convertibles, que valen más o menos como el euro; una pasada teniendo en cuenta que el salario medio es de 10 de esos dólares... y pues los salarios, obvio, no llegan... para que se hagan una idea, una botella de su codiciado ron cuesta como poco 2 dólares convertibles... y la ropa más y las cosas para limpiar... así que todos están pluriempleados o se meten en pequeños negocios ilegales... no hay otro modo de sobrevivir, claro. Y son todos, los profesores, doctores, empresarios... todos y cada uno de ellos tiene que buscar alternativas a un sistema que cobra la educación y la salud a un precios demasiado alto. Aún y todo los cubanos deslumbran con sus portes y tienen un ritmo que pa qué... Después de las galerías, museos y universidades, estuve aprendiendo bailes orishas, de la religión yoruba, la afro-cubana. La religión presenta una serie de dioses que se parecen mucho a los del Olimpo... se enrollaron unos con otros, se casaron, se divorciaron, tuvieron celos, tienen poderes para mandar a gente hacia la muerte y luego resucitarlos... la diferencia es que estos venían de África y aquellos de Grecia. Yo estuve aprendiendo Yemayá, la diosa del mar, el baile que hacían las chicas que ven abajo... y el conjunto de chicos baila Changó, que viene a ser como Zeus.



Y fue un modo super interesante de adentrarme en las clases de baile, en lo metódicos que son con sus cuerpos, en todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de moverlos... los conocen bien y saben qué hacer con ellos; eso me quedó claro. Y pues Cuba está llena de contradicciones, "no es fácil" repiten todos los cubanos... se oye esa frase por todas las esquinas pero cualquier viernes o sábado, el que más o el que menos se compra su ron y hace botellón en el malecón, que siempre está lleno por las noches... y de ellos, cubanos, no los turistas. Es cierto que el sistema presenta muchas dificultades pero también se respira vida por todos los rincones de la isla...
Los coches (la imagen se me quedó doblada y no puedo ni colocarla ni quitarla... ) algo viejecillos, hacen que toda la Habana huela a gasolina... y que nunca sepas si estás en el mundo de hoy o en una película de los años cincuenta... depende de cuál de ellos pase por delante.
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