pura vida caribeña

Aquí tienen otro ejemplo de las playas de ese preciado Caribe. Bien diferente al cubano. Las olas, perfectas para jugar con ellas. Ni tan fuertes como las del Pacífico, ni tan mansas como las de las playas cubanas. Ahí tienen a Lucas volando y yo expectante, a por la próxima. Como niños felices nos pasamos largo rato saltando y nadando. Llegar hasta ésta, la playa del mago, fue una aventura de pies descalzos. Literalmente. Habia tanto barro que una inglesa bien entrañable, otro de esos personajes que nos encontramos por el camino de los que han vivido en todas partes, nos recomendó que nos descalzàsemos... asì llegaron nuestros pies a la playa. Y la vuelta igual.... bueno, algo más emocionante porque se puso a llover tipo trópico, calados hasta el d.n.i (que no llevábamos pero si lo hubiesemos llevado, seguro se habría empapado) haciamos puro equilibrismo para no resbalarnos en el cada vez más escurridizo barro. Bien chido pues nos quedamos una noche más en Bastimentos, lo que nos permitiò conocer más a la gentecilla del hostal y un restaurante en la isla donde cocinaban un pescado con salsa criolla cojonudo. Perfecto para después de la lluvia. El tiempo apremia. En cuanto pueda subo imágenes del resto de Panamá... prepárense pues del nivel del mar viajamos hasta el punto más alto del país, el volcán Baru, pasando por una tarde de snorkelling y la llegada a la isla de Shark Hole... toda pa nosotros (parezco la tele anunciando el próximo capítulo... quédense con nosotros pero cambien de canal pues no se sabe cuando podremos volver a escribirlo...) Abrazos enormes para todos y todas.