Personajes II (Nicaragua)
Juntos desde Costa Rica para esta nueva entrada de personajes. Todos ellos conocidos en Nicaragua. Viajeros unos, otros de los que plantan raices. Personas con las que compartimos ratos largos e intensos a quien queremos que conozcan.


Los italianos Francesco y Cesare. El primero viajante incansable. Comenzò con 21 años un viaje de Mèxico a Costa Rica y lleva desde entonces sin pisar su tierra natal. Llegò a Ometepe y estuvo tres años viviendo y currando. Aprendiò español con argentinos y ese acento se le quedò. El año pasado consiguiò dejar la isla un tiempo e irse a Buenos Aires a estudiar fotografìa. Ya que andaba por ahì, se perdiò otro año màs por Brasil y acabò abriendo un bar en Bahìa. Es un increible genio de la informaciòn de aquì y allà. Sabe de todo muchìsimo. Excelente dj para la fiesta de nochevieja.
Cesare, gran Cesare. Comenzò a recorrer el mundo cuando Lucas y yo tenìamos 5 años. Y tres o cuatro meses al año continua descubriendo rincones del planeta. El resto del año es cuidador de barcos. Con cerveza o canuto en la mano, siempre aferrado a su hamaca roja, compartimos increibles charlas sobre el mundo que habitamos. Adora a los niños en general y se derretìa por Lion, el niño alemàn, en concreto.


A la derecha, con camiseta negra de tirantes, tienen a Rosa. Esta chica de Holanda es algo especial, digo aparte de ser una de las chicas màs guapas que me he encontrado nunca. Todos sospechamos que no es de este mundo y sòlo aparece por lugares asì. Lleva cinco meses repartiendo magia por Amèrica. Todo le parece siempre increìble, y da las gracias por todo, te hace sentir bien sòlo por hablar con ella. Cuando Enric y yo (ahora escribe Lucas!) nos mostràbamos la poca energìa siendo parte de las hamacas mientras rumiabamos el virus compañero, Rosa, a la que no conocìamos de nada en ese momento, nos regalaba tès màgicos y vasos de soja, y se quedaba hablando de la vida y del amor.
Gracias hada Rosa!


Jess, en la cocina probando que la cena estuviese a punto. Inglesa-israelì. es la chica de Paul, van recorriendo centroamèrica antes de dar un saltito hacia la India en donde, ella se econtrarà a muchas chicas que se le parecen, aunque no creo que sean tan guapas.
Chocolate-adicta. No paramos de reirnos, son una pareja que no paran de hacer bromas. A Jess le encanta comer con las manos, chuparse los dedos, era un placer verle meter la mano en las papayas gigantes de la isla y sacarla chorreando. Fue mi compañera en la cocina, haciendo mermelada, we were jammin, como decìa y se reìa a carcajadas. Ha estudiado filosofìa, pero lo que le gusta es trabajar con niños, para no saber què esperar. Viven, entre Brighton y Londres, comiendo perdices con las manos...


Brunito, uno de los dueños de la finca, gran Brunito. Sonriente se pasea por el Zopilote admirando las plantas y venerando los àrboles. Hace seis años que no pisa la Italia que dejò despuès de años de trabajar de 10 a 12 horas diarias en hoteles y centros para el turismo. En Nicaragua no tiene mòvil, que le encanta, tampoco mucho dinero pero duerme nueve horas diarias y tiene tiempo para leer... eso le hace sonreir todo el rato. De trabajar con la mente, como el cuenta, pasò a trabajar a diario con las manos. Le gustò y acabò construyendose su casa, al final de la finca, èl solito... carpinteria y electricidad incluidas. Goloso donde los alla echa de menos de su tierra los dulces y a su hija que se llama Lucìa, como yo, y de la que me hablaba en las tardes en las que yo curraba en la recepciòn.

Y aquì tienen a Jeff, de azul, y Cristiano, de marròn, en la fiesta de nochebuena. Jeff, el rubio, de Santa Cruz, California. Siempre agradece que le hablen en español y le corrijan. Estudiaba sociologìa, pero lo dejò por la universidad de la vida, y lo dice sin ironìa. Vive viajando, antes por Europa, ahora centroamèrica, llevaba tres meses viviendo currando en el Zopilote. ¡Còmo cocina el gringo (aunque odia que le digan asì)!
Està obsesionado por el conocimiento secreto de la iglesia, y es una de las personas que màs gesticula, parece un hip hopero. En nochebuena parecìa que le cantaba un reggeatòn a un irlandès y en realidad estaba hablando de Dostoievski, y luego decìa casi gritando "joder! es la mejor conversaciòn que he tenido sobre este tema, ever, ever!!! bueno, algo en polvo habìa por ahì, quizà la maicena de las pupusas...
A veces desaparece y tiene amigos y amigas por toda Nicaragua.
Entrañable Jeff...
Cristiano, italiano, es el hijo de Bruno. Es una caja muy flaca pero llena, llenita de sorpresas. Va a ser papà con Cura. Es bastante tranquilo, y conserva su acento italiano a pesar de los cinco años por Nicaragua, aunque bueno, eso le pasa a casi todos los italianos. Se la va buscando, ama el trabajo en el campo y viaja lo que puede, con ayuda de la artesanìa. Tambièn sabe hacer malabares con fuego. Es de esa gente que hace lo que muchos sueñan, èl fue quien llevò la iniciativa para comprar la tierra y hacer el Zopilote acà. No sè còmo explicarlo, es un poco como el nota, es el hombre de su tiempo y su lugar, y se hace cercano, bien natural.
Que le vaya bien y que siga habiendo gente asì!


No sè porquè, es de los que màs me cuesta escribir sobre...
Muchas gracias por todo Enric (y amigas), por eso...
Carlos sosteniendo uno de sus lienzos pintados todos con tinta de cafè, su sello de oro, como èl lo llama. Nos enseñò muchìsimo sobre la Nicaragua que ama en general y la lucha sandinista, en la que participò, en concreto. De èl aprendimos cuadernos y demàs inventos con papel reciclado. Se graduò en arquitectura pero un dìa decidiò dedicarse a ser artesano. Su artesanìa y devociòn por las feminas del paìs, le llevò a Alemania. Una vez allì, recorriò Europa parchando, que viene a ser a vender por la calle con un parche. Los peores, comenta, los polis españoles, no le dejaban pasar demasiado o nada pero nunca perdiò su preciada artesanìa. Bien agradecimos estamos con el gran Carlos.


Seria Sara sonriò una de las poca veces en el rato que la conocimos, para esta foto. Preciosa alemana viajera que ya habiendo recorrido buena parte de Asia, se decidiò por este trozo del mundo. Algo obsesionada como mujer de hoy en dìa por su peso... venìa su novio y no podìa estar gorda, entre obsesiòn y obsesiòn, obvio, comìa màs que nadie medio a escondidas con la culpa sobre los hombros. A mì me parecìa que estaba estupenda aunque algo sobre envuelta en el eterno color negro. Tras tres dìas de vernos a ratos, viene un dìa y me dice, Lucìa, te hago un masaje de diez minutos y luego tù me lo haces a mì. Yo elegì el lugar, debajo de mi àrbol favorito y nos pasamos horas hablando sobre esto y aquello (con el esporàdico inciso preocupante de su cuerpo y mis reafirmantes alabanzas). Y asì pasò de seria Sara a sonriente Sara.

Paul. El chico de Jess.Este inglès es una mezcla de Beckam y de Eneas. Es uno de los mejores imitadores que he visto, Gollum es èl.
Una vez decidimos hacer un documental sobre el problema de la transluveraciòn en latinoamèrica (una palabra que no exsite, pero que suena a aque sì), entonces todos salìamos hablando un poco abstracto sobre la transluveraciòn, que es un problema, que nadie habla de ello y tal...Pues èl propuso hablar a favor, de repente, frente a la càmara se cubre la cara con una camiseta y empieza a hablar, a gritar, con acento irlandès todo terrorista que està a favor de la transluveraciòn y que quien no estè de acuerdo debe ser aniquilado "transluveration is fuckin` great anybody who don`t think so..." Todos terminamos por los suelos de risa y Lucìa no lo pudo grabar.
Cree en los beneficios de la pereza, aunque se apunta a todo.
Que vaya bien a Paul y Jessy, los serios...
Sandra y Mario, Mario y Sandra. Andaluces de Màlaga. Què decir, nuestra familia nicaraguense, por Leòn, Granada, en el ecològico, en el Zopilote. Nos los encontramos tres veces, mejor no separarnos. Empezaron en Panamà, y buscan su norte hacia Mêxico. No habìan hecho artesanìa antes, pero se les da genial, y van haciendo su parche con cuadernos, collares, pendientes y pulseras. Son gente especial.
Què buenos recuerdos de las noches inventando historias juntos y componiendo la canciòn del verano para hacernos ricos. Queda pendiente!, y miles de toñas, aunque se llamen por allà alhambra o mahou...
Os echamos de menos, (como conejos)...

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