los viajes de lulu

Un lugar para que nos comuniquemos todos, estemos donde estemos. Mal que bien, lo vamos haciendo LUcìa y LUcas. Y andamos viajando. Asì de simple. Y de complicado.

Monday, February 12, 2007

Hasta luego centroamèrica. Hola sudamèrica!






Aùn a pesar de que no tengo que dignificarme (ni que me paguen por ello) con el trabajo, no suelo encontrar momentos para escribir el blog, y eso que pasan cosas. Amèrica mediante.
Y ahora que tengo la panza llenita, con arepas y huevos y chocolate y otra vez hay que empacar y màs carretera leo el paìs digital y escribo un poco.
Me quedè en Boquete un rato màs, allà, donde el volcàn Barù este de màs abajo fue otra de nuestras despedidas, nuestros hastaluegos. Por què me quedè en aquel volcàn?, ya se sabe que cuando todo da lo mismo, por què no hacer alpinismo...Estando en aquel pueblito empecè a sentir algo en mi interior. No sabìa si era por fìn la certeza de que estaba aprendiendo y no sòlo acumulando informaciòn. O era el amor, o el vèrtigo, o el balance. Al final eran paràsitos. Unos dìitas de ser un regular de los baños panameños, y eso sin encontrar nada sòlido. Y bueno, Panamà ciudad me esperaba.
Me gustò mucho la ciudad de Panamà. Nunca sabrè què tanto por ciento soy de ciudad o de campo. Se me pareciò la Panamà vieja a la Habana, en su malecòn, la Panamà financiera parecìa Manhattan, y con la luna encima rielando en el mar. Una pasada el canal, y su extraño orgullo, no entiendo estos desenfrenados orgullos patriotas nacionalistas americanos, què nos vacunò en España (serà sòlo la gente con la que me cruzo?)? Y bueno, una familia màs otra vez. Todos cocinando en el albergue loco cada noche, miles de cosas. Yo a mis bichos les dì unas pastillas para que no se comieran las cosas tan ricas que preparaban en el hostel lyons house, cada uno de su paìs o de lo que se imaginaba. Pobres bichos, murieron, repescat in pis.
Y de la familia, cuatro nos vamos a cruzar la frontera. Rachel, de california, otra viajera, con su joga y su comida sana, la conocì cuando la tracaron de manera poco sana en Panamà. Y los argentinos locos, Martìn y David. No paro de reirme con ellos. Decidieron llamarme Asdrubal (¿?) y asì lo hacen. Y compramos el billete barato para cruzar la frontera y allà vamos. La ùltima noche la gatita del hostal se pone a parir y bueno, un rato despuès tambièn nosostros lo harìamos, pero por tiempo. Juan, el dueño del hostal nos dice que en bus se tardan 15 minutos al aeropuerto, nos fiamos porque no nos apetece dejar el albergue tan temprano, ni pagar un taxi.
Al final, esos 15 minutos se convierten sin magia en dos horas (error de estimaciòn de lo que tarda un bus, la variaciòn despreciable). Nos convencemos de que aùn llegamos (y què es la realidad?), aunque lleguemos màs de una hora tarde. Carrera con los macutos y llegamos para encontrar que el vuelo habìa sido retrasado, casi sin suerte. Y encima nos invitan a comer y a beber a todos los pasajeros para compensar el retraso que nos salvò. Faltarìa menos, ya llevàbamos 1 minuto esperando, què menos!
Y llegamos a Colombia, o màs bien como verìamos luego, Coglombia (què barbaridad, se operan todas?, acà sì les crecen antes que los dientes) Cartagena de indias, què bella esta ciudad amurallada! seguimos los consejos de Natasha la belga que nos llevan a la calle de las putas en plena noche. Encontramos un hotel, en el sillòn hay un tipo con pistola viendo la tele. Nos encantò Cartagena. Y pues a Medellìn. Doce horas de congelarnos en el bus.
Una vez allà decidimos (otra vez gracias a Natasha por sus consejos) visitar Santa Elena, un pueblito precioso. Acampamos en el bosque, con nuestra hoguerita. Despuès de comernos nuestras arepas y tomar el vino, a la hora de las historias frente al fuego, bueno, va y llueve. Terminamos acampando en el salòn de la casa del dueño de las tierras. Otra noche de frìo, me gusta estar en el bosque, y añorar cosas de por allà.
Y Medellìn, otra de las grandes sorpresas. Con el parque de los pies descalzos, con la banda sonora de los niños gritando felices bajo las cascadas. Visitando el centro, comiendo en el mercado. Montando en metro sin rumbo, tomando helado en el parque de los deseos. Y descubrimos el cafè Màlaga, un cafè enorme temàtico del tango, con màquinas de discos de los años treinta y todas las paredes cubiertas de fotos en blanco y negro. Gardel por todos los lados. Aman a los argentinos, nos invitan a mate y no nos dejan pagar todo lo que tomamos. Què lugar màgico. Confeasrè, por no oculatar el reverso de la trama, que en algùn momento estàbamos en miedellìn, cuando a las 8 de la noche, y en pleno centro enontramos un tìpo gritando en un charco de sangre y con una puñalada bien honda, y la gente miraba, pero tampoco parecìa tan sorprendida. Espero que estè bien y que sirviera de algo el rato de silencio que nos dio.
Gana lo bueno, otra vez duermo con pulgas y nos preparamos para seguir bajando. Visitamos la ciudad capital. Fede dame algùn consejo màgico!
Abrabesos indiscriminados, ya me llega el rumor de fiestas y me dan ganas....Os quiero

2 Comments:

At 2:02 AM, Blogger superyair said...

llevaba unos días sin leeros, liaíllo, pero por lo q veo no tanto como vosotros.
Aprovechad el tiempillo que os queda de viaje, al menos, hacedlo por mí! :)
Un beso pa cada uno

 
At 7:08 PM, Blogger Peiboletta said...

Chico me descuido y pasan tres países y diez ciudades, eso es viajar primo, y disfrutar que se ve que es lo que haceis. Aquí tengo a Jonathan, colombiano, y le voy comentando las ciudades por las que pasas, de Cartagena me dice que hay buena marihuana, de Medellín solo acierta a decirme que hay muchas viejas descalzas, yo creo que efectivamente no tiene ningún segundo significado, no se, y ahora llega la capital amigo, a ver como se da. Me gusta esa manera de disfrutar primo. Por aquí la vida va benne, con Janaína feliz y contento, todos los días me levanto haciendo una croqueta por el suelo y restriego mi pene por el piso, que no suelo.
Dale duro y come arepas.
Un abrazo fuerte

 

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