los viajes de lulu

Un lugar para que nos comuniquemos todos, estemos donde estemos. Mal que bien, lo vamos haciendo LUcìa y LUcas. Y andamos viajando. Asì de simple. Y de complicado.

Wednesday, December 27, 2006

Tipico topico, virus tropical. y nochebuena.

Es la mala razon que tuve para estar desaparecido sin dar senhales de vida, bueno, ni las tenia. Asi fueron los dias de navidad en la selva de Ometepe.
De regalo de navidad tuve varios. Uno, Enri, un nuevo viejo amigo. Decidimos escalar el volcan, el mismo que cuenta Lucia mas abajito, el de los duendes. Con la humedad densa del bosque tropical, parecia los jardines falsos de atocha. Y bueno, lo subimos demasiado deprisa, y en el crater que ahora es lago hacia un frio de la putiza y nos helo el sudor que traiamos (de verdad no hay tildes en algunos ordenas!!??). Y bueno, pues poco a poco y al bajar, aparte de las agujetas, teniamos un poco de malestar extranho.
Al dia siguiente nos sentimos raros, y nuestro cuerpo tomando carrerilla para lo que vendria. La tarde noche, empieza la fiebre. Brutal. Si me dicen que alguien me echo un tripi en mi vaso me lo creo, no podia controlar los pensamientos, la cabeza a toda hostia, cosas extranhisimas, me dolia todo, sobre todo los ojos. Escalofrios. A veces no podia hablar, abria los ojos y veia la habitacion en diagonal. Me habia tirado en el segundo piso de una de las habitaciones, a la cama, y alli me quede, abandonando mi hamaquita. En la cama de al ladito Enri estaba igual de penoso, y le hacia y me hacia companhia. Y Lucia se traslado a cuidarnos, firmando sin mirar su sentencia. Y luego de verdad que me quede sin energia, no era capaz de mover una mano. Y ahi empezo nuestra sentencia. Diarrea. Buf! que diarrea. Calzarme era una odisea, bajar las escaleras una a una y andar como un nonagenario y a la letrina. Unas cuantas veces. Cada vez que me incorporaba, ganas de vomitar. Y claro, todo el pack. Un par de veces hasta me cague encima, y pense que eso era el fondo del viaje, a veces creia que me iba a quedar en el camino de vuelta. Al Enri le paso lo mismo. Mas vomitos y mas diarrea, escalofrios. Lucia me acompanhaba cada vez hasta que se recrudecio el conflicto, en una de estas noto que Lucia estaba teniendo escalofrios. Genial, ella tambien era invitada del virus. Y luego a arreglarmelas solo. De verdad, la peor noche de mi vida. Ademas obvio nos asustamos un poco todos.
Al dia siguiente Cristiano (uno de los duenhos de la finca) nos tranquiliza y nos dice que es un virus comun en la isla, que es morirse tres dias y luego resucitar. Y bueno, tres dias mas de hamaca y letrina, unos cuantos kilos menos, todos aseguran que somos la mitad que antes. A Lucia le pillo un poco menos fuerte y la peor parte la paso de dia. Y bueno, pues al cuarto dia tengo un herpes en la boca que siguio colonizando y tiene bastante de mi cara. Bueno, ya paso, como herencia estamos flacos, hambrientos, vivos y enamorados.
En la cuesta arriba, aun un poco fantasmas, nos pilla la tregua de la noche buena. En el mundo exterior siguieron pasando cosas, la finca fue llenandose de gente de todo el mundo, y fuimos tejiendo el plan de dividirnos en grupos y cada grupo arreglarselas por la isla para buscar ingredientes y cocinar algo tipico ,o no, de su tierra. Y alla, en la mesa de madera, entre velas y la selva, sillas y cubos, los viajeros hacemos un hueco y un alto de todo para compartir prodigios, risas, comidas de todos lados que saben a gloria, calor. Por una noche somos familia, el solitario no lo es, lo alternativo se hace tradicion y nos posamos todos en el mismo suelo. Navidad, el arbol de navidad es un banano, no nos conocemos mucho, pero las ganas de amor hacen que nos sintamos amigos, por fin todos juntos. El ron calienta las nuevas amistades (aunque mi vaso esta vacio) Casi todos se van a seguir embriagandose, y yo y el grupo de los enfermos vamos a recuperarnos a nuestras hamacas, que ya nos echaban de menos. Eso si, vamos mas felices y descargados de gravedad.
Y pienso "here comes the sun..."
Feliz navidad para todas y todos.

Thursday, December 21, 2006

feliz navidad desde la isla de los dos volcanes

La navidad la pasamos aqui, eso seguro... puede que la nochevieja también... todo se verá. De momento estamos bien felices en la finca organica, con los talleres, los paseos, las excursiones, los personajes, siempre viajeros que van y vienen, los que se quedan. Hemos creado otra pequeña familia justo antes de navidad, con un catalán y dos malagueños bien chidos con los que ya llevamos rato largo. Internet es tan caro y lento como en Cuba así pues las fotos llegarán cuando salgamos de aquí. Les deseamos a todos muy felices fiestas... el Lucas se subió ayer el volcán con el Quique y andan los dos algo mataos pero desde la cama les manda a todos ustedes besos y abrazos, al igual que yo. Intentaremos venir al messenger el 24 como a las 9 para ustedes. Leti, Lucas te echa un chingo de menos por esta isla... una de ensueño.

En Nicaragua, el país de los lagos y los volcanes, esta isla está en el medio de un lago, tiene dos volcanes y en el cráter de uno de ellos, un lago.

Navidad algo surrealista debido al tiempo... he venido caminando hasta aquí en sandalias, gafas de sol y sudando... un trozo del trayecto me dieron ride (auto-stop) un camión lleno de trabajadores que venian de balgúe, andan construyendo una carretera... se estaban poniendo un poco pedillos porque era el cumpleaños de uno de ellos...

Friday, December 15, 2006

zopilote

Vivimos en el medio de la selva... literalmente. Hemos llegado a una isla en el medio de un lago... después de cuatro horas de barco desde Granada, desde donde escribió Lucas, a un lugar mágico. Tiene dos volcanes, uno grande y otro algo más pequeño. Vivimos en un paraíso orgánico que mantienen dos italianos, padre e hijo, Bruno y Cristiano. Cada dos días hacen pan en horno de barro siguiendo una antigua receta de la toscana. El resultado es increible... lo disfrutamos todos los días. Trabajamos por la mañana para reducir nuestro alquiler de la ya barata hamaca en la que dormimos, debajo de una palapa, techo de paja... Ayer Lucas hizo chocolate... todo el proceso, los granos, molerlos... a mí me tocó en el huerto. Hoy cambiamos roles, él se fue a trabajar con plantas y yo me quedé en la cocina con Jeff, un yankie que ya lleva unos dos meses por aquí, cortando fruta para la mermelada del día... de pomelo (el proceso incluyó subir al árbol a agitar la rama para recoger los frutos que ya estaban listos... bien divetido!). Al Lucas hoy le tocó el huerto. Estamos bien felices en esta isla que gobiernan dos volcanes... andamos justo en el medio. Yo subí el chiquito hace un par de días (sólo 400 metros más pequeño que el grande) con un grupo de daneses...increible, toda la subida por la selva... a ratos parecía como si gnomos fuesen a aparecer detrás de los árboles... Lucas quiere subir en los próximos días. Por la noche y sobre todo al atardecer, disfrutamos del paisaje desde un mirador que construyeron desde el cuál se ve toda la isla, los volcanes, el lago... un tesoro. Felices descubrimos este regalo del planeta tierra. Miles de abrazos para todos. Prometemos fotos en cuanto lleguemos a lugares donde el internet sea un poco menos caro y rápido.

Monday, December 11, 2006

Nicapan, Nicaragua

Abrazando los dìas perezosos.
Me obligo un poco a escribir, acà, estoy llevando otro ritmo, y bueno, ya empaquè otra vez (ya tendrìa que estar acostumbrado) y siempre me entra esa modorra, esa hueva, no me atrevo a usar la palabra melancolìa, me cuesta dejar los lugares, nos cuesta. Aunque Lucìa es mucho màs decidida, màs enèrgica para esto y para casi todo.
Nicaragua. Estuvo divertido quedar con Lucìa, asì, en plan, "oye, quedamos en Nicaragua en una semana", "vale, en Leòn", "nooo, en Granada, bueno, en Leòn", "bueno, quedamos el martes, bùscame por el albergue libertad", estas cositas curiosas son de las que mà se me quedan del viaje. Y los reencuentros. Me encanta viajar solo, la gravedad, cruzar las carreteras (pinche panamericana) furiosamente, para despuès descargarlo todo de importancia y andar solo flotando, todo a mi bola. Y reencontrarme con mi hermana Lucìa, lo que estamos aprendiendo, me alegro muchìsimo de hacer esto con ella, los altos, los cielos, los bajos, el barro. Ya lo habìa dicho mucho mejor de lo que a mì se me hubiera ocurrido nunca, aùn a veces se me escapa la sencillez que busco, "lo importante es reirse. Y reirse juntos"
Quedamos en Granada al final, otra ciudad colonial, en la càlida, casi tòrrida Nicaragua, otra vez a sudar litros en lugar de mearlos. y los fantasmas luminosos y oscuros del sandinismo. La violencia en Amèrica latina està tan normalizada, es otra perspectiva, choca, por ejemplo, la visiòn romàntica que se tiene de ETA en algunos cìrculos que ven el mundo muy parecido a mì y a mucha gente, pero es que esto es otra cosa. Yo no puedo concevir la violencia, casi ni en un contexto de guerra, quizà porque no he vivido esto, bueno, no voy a seguir por estos meandros!
Otro punto de giro, Lucìa viene de pasear y me cuenta que ha conocido a tres malagueños entusiastas que nos vana a hablar de un proyecto. Vamos y nos hablan. Es un proyecto en un hotel que està renaciendo, el hotel ecològico, en el lago nicaragua, un lago con tiburones de agua dulce, en el bosque, la selva baja con bananeros, cocoteros, mosquitos y monos que bajan por las tardes a aullarnos y a lucirse. Quieren proyectos y ayuda. Vamos, por aprender, aprendemos, a cambio de una cama. Unos dìitas desayunando, comiendo y cenando arroz con frijoles y felices otra vez en el bosque, con luna llena, y lago, y nuevos amigos y niños. Bajamos a la civilizaciòn y nos sentìamos extraños. Extrañàbamos nuestro bosque, me da un poco de miedo, me estoy asilvestrando! quiero disfrutar de las ciudades...
Ayudàbamos un poco a hacer el huerto, què bueno con el machete!, aprendimos a hacer làmparas de queroseno con palos de bambù de druida (son como còcteles molotov), y nos enseñaron a hacer un poco de artesanìa, buenìsimo para seguir el viaje sin chocar tan fuerte con los ahorros. Hacemos unos cuadernos preciosos con papel reciclado (que tiene de todo!, plàsticos, arañas muertas...), e hilo de càñamo, y pintados con tinta de cafè. Què bueno lo que hemos aprendido. Y la gente, Isa, Robero, Carlos, nicaraguense de vida curiosa, ya hablaremos de èl. Y màs amigos, como Sandra y Mario, con los que nos vamos en un rato hacia Ometepe, una islita que promete...
Y seguimos...