Juntos desde Costa Rica para esta nueva entrada de personajes. Todos ellos conocidos en Nicaragua. Viajeros unos, otros de los que plantan raices. Personas con las que compartimos ratos largos e intensos a quien queremos que conozcan.


Les presento a Lars y a su hijo Lion. A Lars le encanta hablar español y el ron Flor de Caña (normal, està buenìsimo, y el ron, no veas) Siempre sonriente es un padre devoto. El dìa de nochebuena preparò el plato màs premiado, hamburguesas vegetarianas. Lion tiene dos años y le encanta destrozar libros de colorear... y en contadas ocasiones, llenarlos de rayas. Poco a poco aprendìa español a travès de nombres de animales, que le fascinan, maaaa rrrii puuu saa repetìa feliz y contento.
Los italianos Francesco y Cesare. El primero viajante incansable. Comenzò con 21 años un viaje de Mèxico a Costa Rica y lleva desde entonces sin pisar su tierra natal. Llegò a Ometepe y estuvo tres años viviendo y currando. Aprendiò español con argentinos y ese acento se le quedò. El año pasado consiguiò dejar la isla un tiempo e irse a Buenos Aires a estudiar fotografìa. Ya que andaba por ahì, se perdiò otro año màs por Brasil y acabò abriendo un bar en Bahìa. Es un increible genio de la informaciòn de aquì y allà. Sabe de todo muchìsimo. Excelente dj para la fiesta de nochevieja.
Cesare, gran Cesare. Comenzò a recorrer el mundo cuando Lucas y yo tenìamos 5 años. Y tres o cuatro meses al año continua descubriendo rincones del planeta. El resto del año es cuidador de barcos. Con cerveza o canuto en la mano, siempre aferrado a su hamaca roja, compartimos increibles charlas sobre el mundo que habitamos. Adora a los niños en general y se derretìa por Lion, el niño alemàn, en concreto.


Caroline vestida de morado y falda haciendo que cocina. Lucas la conociò en su viaje desde El Salvador cuando vomitaba màs que hablaba. Continuamos juntos en Granada y nos llevò hasta el Zopilote, donde ella ya habìa estado. Sonriente, alocada, fotografa de profesiòn. Venìa encontrarse con su hermana en Guatemala y de momento se queda por este trozo del mundo. En su ùltimo mail comentaba que le gusta demasiado explorar. Juntas compartimos numerosas noches y Flores de Caña. Incluso creamos una repetitiva canciòn homenaje a nuestro ron predilecto que, algo borrachas, nos parecìa todo un triunfo. Y bailamos mucho en la cocina que ven en la foto.
A la derecha, con camiseta negra de tirantes, tienen a Rosa. Esta chica de Holanda es algo especial, digo aparte de ser una de las chicas màs guapas que me he encontrado nunca. Todos sospechamos que no es de este mundo y sòlo aparece por lugares asì. Lleva cinco meses repartiendo magia por Amèrica. Todo le parece siempre increìble, y da las gracias por todo, te hace sentir bien sòlo por hablar con ella. Cuando Enric y yo (ahora escribe Lucas!) nos mostràbamos la poca energìa siendo parte de las hamacas mientras rumiabamos el virus compañero, Rosa, a la que no conocìamos de nada en ese momento, nos regalaba tès màgicos y vasos de soja, y se quedaba hablando de la vida y del amor.
Gracias hada Rosa!


Acà presentando los platos de nochebuena, un "!esto va a ser todo amigos!". Irina izquierda y Natalia derecha. Irina es otra chica con suerte, como alguien dijo, claro, es suiza y ha nacido entre duendes. Es un clon de Kate Hudson, no para de sonreir, tiene 18 años y ha vivido en Estados Unidos y un año en China. Ha recorrido Latinoamèrica descalza y ha estado tres veces en el Àfrica negra. Toca el piano y habla inglès, alemàn, español y chino, y navega en su velero por todo el mundo. Viene de una familia feliz, en su casa en la montaña suiza. Lo hace todo sencillo y feliz. Què bueno que estuvo por ahì a la vez que nosotros! Natalia, no sè mucho de ella, salvo que es salvadoreña y que no hizo pupusas en navidad, ah! y que se fue sin pagar dos veces de la finca. Què chica misteriosa esta Natalia...
Jess, en la cocina probando que la cena estuviese a punto. Inglesa-israelì. es la chica de Paul, van recorriendo centroamèrica antes de dar un saltito hacia la India en donde, ella se econtrarà a muchas chicas que se le parecen, aunque no creo que sean tan guapas.
Chocolate-adicta. No paramos de reirnos, son una pareja que no paran de hacer bromas. A Jess le encanta comer con las manos, chuparse los dedos, era un placer verle meter la mano en las papayas gigantes de la isla y sacarla chorreando. Fue mi compañera en la cocina, haciendo mermelada, we were jammin, como decìa y se reìa a carcajadas. Ha estudiado filosofìa, pero lo que le gusta es trabajar con niños, para no saber què esperar. Viven, entre Brighton y Londres, comiendo perdices con las manos...


El duende Jason, californiano anti- yankie (el mundo està lleno de geniales contradicciones) que viajaba hacia el sur y por un esguinze se quedò en Granada. Inseparable compañero de Cesare, con el que lleva un mes y medio viajando y bebiendo. En año nuevo durmieron juntos en una especie de calzada de una finca por ahì. Les encontrè sedientos y agradecieron el agua para volverse a dormir. Siempre sonriente, siempre con un libro en la mano e ideas para escribir. En cuanto se recupere del todo, sigue viajando hasta Chile.
Brunito, uno de los dueños de la finca, gran Brunito. Sonriente se pasea por el Zopilote admirando las plantas y venerando los àrboles. Hace seis años que no pisa la Italia que dejò despuès de años de trabajar de 10 a 12 horas diarias en hoteles y centros para el turismo. En Nicaragua no tiene mòvil, que le encanta, tampoco mucho dinero pero duerme nueve horas diarias y tiene tiempo para leer... eso le hace sonreir todo el rato. De trabajar con la mente, como el cuenta, pasò a trabajar a diario con las manos. Le gustò y acabò construyendose su casa, al final de la finca, èl solito... carpinteria y electricidad incluidas. Goloso donde los alla echa de menos de su tierra los dulces y a su hija que se llama Lucìa, como yo, y de la que me hablaba en las tardes en las que yo curraba en la recepciòn.

Y aquì tienen a Jeff, de azul, y Cristiano, de marròn, en la fiesta de nochebuena. Jeff, el rubio, de Santa Cruz, California. Siempre agradece que le hablen en español y le corrijan. Estudiaba sociologìa, pero lo dejò por la universidad de la vida, y lo dice sin ironìa. Vive viajando, antes por Europa, ahora centroamèrica, llevaba tres meses viviendo currando en el Zopilote. ¡Còmo cocina el gringo (aunque odia que le digan asì)!
Està obsesionado por el conocimiento secreto de la iglesia, y es una de las personas que màs gesticula, parece un hip hopero. En nochebuena parecìa que le cantaba un reggeatòn a un irlandès y en realidad estaba hablando de Dostoievski, y luego decìa casi gritando "joder! es la mejor conversaciòn que he tenido sobre este tema, ever, ever!!! bueno, algo en polvo habìa por ahì, quizà la maicena de las pupusas...
A veces desaparece y tiene amigos y amigas por toda Nicaragua.
Entrañable Jeff...
Cristiano, italiano, es el hijo de Bruno. Es una caja muy flaca pero llena, llenita de sorpresas. Va a ser papà con Cura. Es bastante tranquilo, y conserva su acento italiano a pesar de los cinco años por Nicaragua, aunque bueno, eso le pasa a casi todos los italianos. Se la va buscando, ama el trabajo en el campo y viaja lo que puede, con ayuda de la artesanìa. Tambièn sabe hacer malabares con fuego. Es de esa gente que hace lo que muchos sueñan, èl fue quien llevò la iniciativa para comprar la tierra y hacer el Zopilote acà. No sè còmo explicarlo, es un poco como el nota, es el hombre de su tiempo y su lugar, y se hace cercano, bien natural.
Que le vaya bien y que siga habiendo gente asì!


Aqui a la izquierda tienen a Enric, catalàn, en la foto es el que no es Lucìa. Por su condiciòn de catalàn añade un "por eso" a todas las frases, no importa el contexto. Què decir de èl, es un amigo, en la salud y sobre todo en la enfermedad (esto en el pasado, queda lo mejor!). Un par de meses descubriendo cosas por centroamèrica. Miles de palabras compartidas. Ha vivido en Ibiza y tambièn es de los que regala paz, entiende todo y todo se ordena.
No sè porquè, es de los que màs me cuesta escribir sobre...
Muchas gracias por todo Enric (y amigas), por eso...
Carlos sosteniendo uno de sus lienzos pintados todos con tinta de cafè, su sello de oro, como èl lo llama. Nos enseñò muchìsimo sobre la Nicaragua que ama en general y la lucha sandinista, en la que participò, en concreto. De èl aprendimos cuadernos y demàs inventos con papel reciclado. Se graduò en arquitectura pero un dìa decidiò dedicarse a ser artesano. Su artesanìa y devociòn por las feminas del paìs, le llevò a Alemania. Una vez allì, recorriò Europa parchando, que viene a ser a vender por la calle con un parche. Los peores, comenta, los polis españoles, no le dejaban pasar demasiado o nada pero nunca perdiò su preciada artesanìa. Bien agradecimos estamos con el gran Carlos.


Mamà Cura, ya van tres meses de embarazo (papà Cristiano), fumando marihuana a diario, aunque ya se ha convencido y ahora sòlo fuma cada dos dìas, nunca con tabaco. Creo que esto lo hacen todas las japonesas embarazadas que viajan por America. Se sorprendiò mucho cuando todas le dijeron que seguramente no era bueno para el niño, pero bueno, se defendìa, quièn sabe? Què japonesa tan guapa! ha vivido cinco años en Nueva York, aunque su inglès no raya la perfecciòn... y su español es... medio inexistente. Su palabra màs usada es una onomatopèyica ahhh ahhh que nunca se sabe si es porque ha entendido, no, porque afirma o està en desacuerdo... lleva dos meses viviendo en el Zopilote, y a veces no lo soporta, no le gusta nada Nicaragua, cree que todos son unos vagos, en sus malos dìas, o demasìado relajados, en sus dìas mejores. El Zopilote es otra cosa, pero a veces tiene sus ataques, "Cristiano, no me llevas a cenar", "llèvame a algùn lugar", un poco difìcil, para salir de la sila se necesita un dìa entero. Bueno, lo iràn llevando. Van ahorrando para viajar a Japòn, quieren que el niño sea japonès, eso facilita un poco las cosas... A pesar de todo, feliz. Misteriosa y feliz. Todo a mejor, cura sana, cura sana...
Seria Sara sonriò una de las poca veces en el rato que la conocimos, para esta foto. Preciosa alemana viajera que ya habiendo recorrido buena parte de Asia, se decidiò por este trozo del mundo. Algo obsesionada como mujer de hoy en dìa por su peso... venìa su novio y no podìa estar gorda, entre obsesiòn y obsesiòn, obvio, comìa màs que nadie medio a escondidas con la culpa sobre los hombros. A mì me parecìa que estaba estupenda aunque algo sobre envuelta en el eterno color negro. Tras tres dìas de vernos a ratos, viene un dìa y me dice, Lucìa, te hago un masaje de diez minutos y luego tù me lo haces a mì. Yo elegì el lugar, debajo de mi àrbol favorito y nos pasamos horas hablando sobre esto y aquello (con el esporàdico inciso preocupante de su cuerpo y mis reafirmantes alabanzas). Y asì pasò de seria Sara a sonriente Sara.

Paul. El chico de Jess.Este inglès es una mezcla de Beckam y de Eneas. Es uno de los mejores imitadores que he visto, Gollum es èl.
Una vez decidimos hacer un documental sobre el problema de la transluveraciòn en latinoamèrica (una palabra que no exsite, pero que suena a aque sì), entonces todos salìamos hablando un poco abstracto sobre la transluveraciòn, que es un problema, que nadie habla de ello y tal...Pues èl propuso hablar a favor, de repente, frente a la càmara se cubre la cara con una camiseta y empieza a hablar, a gritar, con acento irlandès todo terrorista que està a favor de la transluveraciòn y que quien no estè de acuerdo debe ser aniquilado "transluveration is fuckin` great anybody who don`t think so..." Todos terminamos por los suelos de risa y Lucìa no lo pudo grabar.
Cree en los beneficios de la pereza, aunque se apunta a todo.
Que vaya bien a Paul y Jessy, los serios...
Sandra y Mario, Mario y Sandra. Andaluces de Màlaga. Què decir, nuestra familia nicaraguense, por Leòn, Granada, en el ecològico, en el Zopilote. Nos los encontramos tres veces, mejor no separarnos. Empezaron en Panamà, y buscan su norte hacia Mêxico. No habìan hecho artesanìa antes, pero se les da genial, y van haciendo su parche con cuadernos, collares, pendientes y pulseras. Son gente especial.
Què buenos recuerdos de las noches inventando historias juntos y componiendo la canciòn del verano para hacernos ricos. Queda pendiente!, y miles de toñas, aunque se llamen por allà alhambra o mahou...
Os echamos de menos, (como conejos)...